Una Tarde (II)Ella permaneció unos instantes parada, mirando, excitada, su mano acariciando su sexo
Una Tarde (II)Ella permaneció unos instantes parada, mirando, excitada, su mano acariciando su sexo suavemente por encima del vestido mientras B y A seguían enfrascados, despojándose de sus ropas, aparentemente ajenos a su presencia pero excitados de saberse observados.B se levantó, desabrochó los pantalones de A, liberó su verga erecta y se agachó para recorrerla despacio, desde los testículos hacia la punta. Desabrochó su camisa, y mientras se fue despojando de la poca ropa que le quedaba, siguió con sus labios recorriendo el vientre y pecho hasta quedar de nuevo a horcajadas sobre el, ajustando así su vulva para frotarla despacio, húmeda y excitada.Ella se acercó a la pareja, dejando caer su vestido, y se arrodilló en el sofá al lado de ellos. Acarició el pecho de B, que no dejaba de moverse lenta pero constantemente, jadeando con cada roce, y la besó. A comenzó a recorrer con sus dedos la piel de su nueva amiga, con un poco de pudor al principio, pero avanzando poco a poco por sus pezones, bajando por sus caderas, por sus muslos…Ella se giró, sonrió y cambió el destino de sus besos que ahora fueron para el. A avanzó con sus caricias, buscando la dulce excitación de su sexo. B aceleró su movimiento, y los 3 sintieron los espasmos de su primer orgasmo.B se levantó, y quedaron Ella y A besándose y acariciándose por un momento. El se desplazó en el sofá, se tumbó con la cabeza hacia Ella, y agarró sus muslos. Ella adivinó sus intenciones, y lentamente se colocó sobre la cara de manera que alcanzase a lamer su sexo.La postura invitaba a un 69, pero B se acercó entre las piernas de A, terminó de quitarle los pantalones, y dedicó unos minutos a lamer cada centímetro de su escroto y su polla. El abrió las piernas, invitando y facilitando cada movimiento, y ella respondió avanzando con su lengua hasta un punto que sabía que le encantaba: la delicada piel de su ano.Ella se dejaba llevar por lo que estaba viendo y los movimientos de la lengua de A, buscando y pidiendo más o menos con los movimientos de sus caderas. B se incorporó, la besó, jugó con sus pezones entre sus labios y sus manos, mientras se colocaba sobre A, agarró su verga y la dirigió a la entrada de su vagina, dejándose caer sobre el y clavándose ese mástil que tanto adoraba.Las dos comenzaron a moverse sobre el, una frente a otra, robándose besos y algún pellizco suave en los pezones, frotándose, dejándose llevar, buscando su máximo placer. Ambas eran capaces de encadenar varios orgasmos seguidos, por lo que se empezaron a suceder jadeos y gemidos.Ella se movió un poco hacia adelante. Necesitaba parar unos segundos y calmar la sensibilidad de su clítoris. A tenía ahora al alcance de su lengua el ano y no dudó en comenzar a recorrerlo y humedecerlo. Los sonidos que emitía Ella y sus movimientos delataron el placer que seguía sintiendo. A lo penetró con un dedo y lo comenzó a mover mientras ahora volvía a tener el clítoris entre sus labios, y en apenas unos instantes, Ella comenzó a gemir y jadear y temblar hasta no poder resistir más placer y caer rendida.B no había parado de moverse, pero la imagen de su amiga corriéndose como una posesa fue como el detonante de una explosión de sensaciones y de humedad, y como le pasaba a veces con A, teniendo una eyaculación acompañada de movimientos espasmódicos de puro éxtasis.Tras unos instantes, ellas se retiraron, el se incorporó y quedaron los 3 sentados en el sofá. Ella se dirigió a A con voz provocadora:-“Ahora te toca a ti”-“Sí”, dijo B con voz melosa “pero quiero ver como te corres sobre Ella”-“Si ella quiere…” contestó A mientras Ella asentía intrigada. “Túmbate” le dijo.Ella obedeció y se recostó. El se colocó entre sus piernas, arrodillado, agarró su excitado capullo y comenzó a masajearlo despacio, provocador, regodeándose bajo la atenta mirada de las dos.Ellas miraban sin pestañear. El agarró sus testículos con una mano, mientras con la otra aceleraba un poco y aumentó la presión buscando su anhelado orgasmo. Echó la cabeza hacia atrás, y gimiendo se derramó sobre el vientre de ella en una explosión de placer que le dejó exhausto por unos segundos.B no quitaba ojo de la escena mientras se preguntaba “¿lo hará?” y Ella parecía hipnotizada.Entonces A se agachó, besó los muslos de Ella y subiendo por su vientre lamió los restos de su placer. Se giró a B quien sabiendo sus intenciones le dijo “Ella”.El siguió ascendiendo hasta llegar a esos labios entreabiertos con los que se fusionó en un beso lascivo de sexo y semen. B no resistió y se unió a esa orgía de lenguas que se lamían ansiosas.A se retiró y preguntó dirigiéndose a Ella:-“¿Te ha gustado?”-“¿Que si me ha gustado? Estaba pensando en descansar un poco pero me has puesto como a una perra” contestó riendo.-“Estos besos son afrodisiacos, ¿verdad B?”-“jajajaja, totalmente de acuerdo, que estoy como Ella”A se levantó y se fue hacia el baño diciéndoles “ahora vuelvo, sed buenas”.Al volver, vio la tenue luz de la habitación de ella encendida y se asomó. Allí, en la cama, estaban las dos. Y ahora fue A el que se quedó hipnotizado con lo que se encontró.Pero quizás lo que se encontró sea mejor contarlo en una 3ª parte. -- source link
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