LA PUTADA DE SER PUTAPUTA.Así se referirán a ti, así de sencillo.Si quieres asumir y vivir tu libert
LA PUTADA DE SER PUTAPUTA.Así se referirán a ti, así de sencillo.Si quieres asumir y vivir tu libertad de la manera que a ti te dé la gana, con ello vendrán consecuencias.Grábalo en tu memoria, prepárate para esa etiqueta que mucha gente pondrá en ti, cual cinta de reina de belleza, sólo que en tu caso será la de: REINA DE LA PUTERÍA.Porque ese será el papel que obtendrás al querer buscar la libertad de la que el hombre goza en muchos aspectos y que tú, mujer, no puedes pretender poseer. Porque el hombre es eso: “hombre”, y tú eres, por mucho distinta, una dama, así que te recuerdo que debes mantenerte en tu sitio con el mejor de los comportamientos.Todo esto ya lo habrás notado por ti o “gracias a alguien” de aparentes buenas costumbres, cuyo único objetivo es criticar el mínimo compartimiento indecente o inmoral que pueda ver en ti, mujer, sea lo que eso signifique, por lo menos para un sector de la población. Yo no pertenezco a ellos, yo soy puta: tal vez como muchas que lo callan, tal vez como muchas que lo gritan, y no precisamente porque venda mi cuerpo; lo soy porque decidí, bajo mi voluntad, revelarme en contra de todos los prejuicios que intenta formar la sociedad sobre mi comportamiento. Porque he tenido deslices sexuales a causa del alcohol, he buscado sexo cuando me place y con quien me place, coqueteo con quien me parece atractivo, salgo con amigos, tengo o tuve amantes y, sobre todo (casi más importante) he disfrutado sin remordimiento cada experiencia. Y pido especial atención en esto, mi estimada(o) lectora(or), tal vez seas una persona “digna”, "correcta" y has tenido el desagrado de decidir leer estas palabras de una vil liberal, de encontrarte con esta confesión y pensar “seguro viene de un hogar disfuncional, en el que no se le enseñaron los valores necesarios para ser un dama, una mujer decente y digna de su casa”. No, usted que me lee puede estar seguro de que vengo de una familia con las mejores costumbres, pero también me enseñaron a valorar a la mujer por lo que es y no colocarle cadenas invisibles.Se me enseñó que el respeto que le doy a una mujer que ha logrado tener un puesto de renombre sea el mismo para una trabajadora sexual, a no mirar por encima del hombro a ninguna de las dos.Y por último, cabe mencionar (si es que aún cuento con su atención y no ha decidido cerrar esta página), que mi pareja, el hombre con el que comparto amor, conoce de sobra mi pensamiento, valora cada aspecto de mi persona y mi carácter liberal. Fácil es decirle PUTA a una mujer por el comportamiento que se quiere juzgar de ella.Lo que NO es fácil para nosotras es afrontar la mirada acusatoria de la sociedad que siempre se creerá con el derecho de determinar qué es bueno y qué es malo. NO es fácil ser “PUTA”.Te lo dice alguien que tuvo que afrontar el mismo juicio de muchos moralistas de su círculo social. Y sólo te puedo decir que eres valiosa. Más valiosa de lo que, incluso tú, puedes creer. -- source link