cosmosnebraska: No Me Gustan Los Hombres así que a VolarMusic:Movies:TV:Books:Sports:Interests:Dream
cosmosnebraska: No Me Gustan Los Hombres así que a VolarMusic:Movies:TV:Books:Sports:Interests:Dreams:Best Features:Lesbianismo es el término empleado en español para hacer referencia a la homosexualidad femenina, es decir, las mujeres que experimentan amor o atracción por otra persona de su mismo sexo ya sea intelectual, emocional, sentimental o física como se podría sentir por cualquier otra persona sin importar su sexo capacidad de amar a otras mujeres. La palabra lesbiana procede de la isla de Lesbos, en Grecia. Se utiliza para hacer referencia a una mujer homosexual que siente atracción sexual, física, emocional y sentimental únicamente hacia las mujeres. A finales del siglo XIX los sexólogos publicaron sus observaciones sobre el deseo y conducta hacia personas del mismo sexo y distinguieron a las lesbianas en la cultura occidental como una entidad distintiva. Desde entonces los historiadores han reexaminado las relaciones entre las mujeres y cuestionan qué es lo que hace que una mujer o una relación puedan calificarse de lesbianas. El resultado de este debate ha introducido tres componentes a la hora de identificar a las lesbianas: conducta sexual, deseo sexual, o identidad sexual.La sexualidad de las mujeres a lo largo de la historia ha sido en su mayor parte construida por los roles de género, los cuales han limitado el reconocimiento del lesbianismo como posibilidad o expresión válida de sexualidad. Los primeros sexólogos basaron sus caracterizaciones de las lesbianas en sus creencias de que las mujeres que desafiaban sus estrictamente definidos roles de género estaban mentalmente enfermas. Desde entonces, muchas lesbianas han reaccionado a su designación como marginadas inmorales mediante la construcción de una subcultura basada en la rebelión contra los roles de género. El lesbianismo ha estado en ocasiones de moda a lo largo de la historia, lo que afecta a cómo las lesbianas son percibidas por los demás, y cómo se perciben a sí mismas. Algunas mujeres que realizan conductas homosexuales pueden rechazar la identidad lésbica por completo, y rehusar definirse a sí mismas como lesbianas o bisexuales. Las diferentes maneras en las que las lesbianas han sido representadas en los medios de comunicación sugiere que la sociedad occidental en su conjunto se ha sentido simultáneamente intrigada y amenazada por las mujeresque desafían los roles de género femeninos, y fascinada y asombrada por las relaciones románticas entre mujeres. Sin embargo, las mujeres que adoptan la identidad lésbica comparten experiencias que conforman un panorama similar al de la identidad étnica: como homosexuales, están unidas por la discriminación y el rechazo potenciales que sufren por parte de sus familias, amistades y otros. Como mujeres, tienen preocupaciones distintas a las de los varones. Las condiciones políticas y las actitudes sociales también continúan afectando la formación de relaciones y familias lésbicas.La palabra «lesbiana» está derivada del nombre de la isla griega de Lesbos, hogar en el siglo VII y VI a.C. de la poetisa Safo.1 De los escritos que se han conservado, los historiadores han deducido que Safo estaba a cargo de un grupo de mujeres jóvenes para su instrucción y diversión.2 No ha sobrevivido mucha de la poesía de Safo, pero la que se conoce refleja los temas sobre los que escribió: las vidas diarias de las mujeres, sus relaciones y rituales. Se centraba en la belleza de las mujeres y proclamaba su amor por las jóvenes.3 Antes de finales del siglo XIX,la palabra «lesbiano/a» era un adjetivo que normalmente calificaba a aquello que derivaba de Lesbos, incluyendo un tipo de vino.nota 1 Sin embargo, el término «lesbienne» con el sentido moderno ya se usaba en la literatura francesa desde el siglo XVI. En Inglaterra, se puede rastrear el uso de «lesbian» con su significado actual desde el siglo XVII, como documenta Emma Donoghue en Passions between women (1993).5 En 1890, la palabra fue usada en un diccionario médico como adjetivo para describir el tribadismo (como «amor lésbico»): gratificación sexual de dos mujeres a través de la simulación del coito. «Lesbianismo», para describir la relación erótica entre mujeres, fue documentado en 1870. El término era intercambiable con «sáfica» y «safismo» hacia principios del siglo XX. El uso de «lesbiana» en la literatura médica comenzó a ser prevalente; hacia 1925 la palabra aparece definida como un sustantivo para referirse al equivalente femenino de un sodomita.1Retrato Richard von Krafft Ebing. Un varón mayor, con barba blanca recortada. La subcultura lesbiana se desarrolló en respuesta a la categorización del lesbianismo como un problemaEl desarrollo del conocimiento médico fue un factor importante para las connotaciones que iba a incluir la palabra. A mediados del siglo XIX, los divulgadores médicos trataron de establecer formas de identificar la homosexualidad masculina, que era vista como un problema social considerable en la mayoría de las sociedades occidentales. Categorizando el comportamiento sexual, sexólogos como el alemán Magnus Hirschfeld se referían a la «inversión» como un comportamiento sexual normal para varones y mujeres, por lo que los varones y las mujeres variaban desde el «tipo sexual masculino perfecto» hasta el «tipo sexual femenino perfecto».6 La cantidad de literatura médica dedicada a la homosexualidad femenina era mucho menor que la dedicada a la homosexualidad masculina, ya que los profesionales médicos no la consideraban un problema significativo. En algunos casos, ni siquiera reconocían su existencia. Sin embargo, los sexólogos Richard von Krafft-Ebing de Alemania y Havelock Ellis del Reino Unido escribieron algunas de las categorizaciones más tempranas y duraderas de la homosexualidad femenina, considerándola un tipo de locura.7 Krafft-Ebing,que contemplaba el lesbianismo (que llamaba «uranismo») una enfermedad neurológica y Ellis, influido a su vez por los escritos de Krafft-Ebing, creían que la condición no era permanente. Ellis opinaba que los sentimientos de muchas mujeres que profesaban amor por otras mujeres cambiaban después de casarse y tener una «vida real».8 Sin embargo, Ellis admitía la existencia de «auténticas invertidas» que pasarían toda su vida en relaciones eróticas con otras mujeres. Estas eran miembros del «tercer sexo», que rechazaba el papel subalterno, femenino y doméstico de las mujeres.9 La palabra «invertida» calificaba a la que realizaba los roles de género opuestos a su sexo y sentía atracción por mujeres, en lugar de por varones; debido a que las mujeres de la época victoriana eran consideradas incapaces de iniciar encuentros sexuales, las mujeres que lo hacían con otras mujeres se consideraba que tenían deseos sexuales masculinos.10Las obras de Krafft-Ebing y Ellis tuvieron una gran circulación y ayudaron a crear una conciencia pública sobre la homosexualidad femenina.nota 2 Las afirmaciones de los sexólogos de que la homosexualidadera una anomalía congénita, por lo general, eran ampliamente aceptadas por los varones homosexuales; indicaban que su comportamiento no estaba inspirado ni debía ser considerado un vicio criminal. En ausencia de otras descripciones de sus emociones, los homosexuales aceptaron la designación de «diferente» o «pervertido» y usaron su estatus de proscritos para formar círculos sociales en París y Berlín. «Lesbiana» y «lesbianismo» comenzaron a describir elementos de una subcultura.11Identidad y género Las lesbianas, en particular en la cultura occidental, a menudo consideran que tienen una «identidad» que se define por su propia sexualidad individual, así como por la pertenencia a un grupo que comparte características comunes.12 A través de la historia, las mujeres de muchas culturas han tenido relaciones sexuales con otras mujeres, pero rara vez eran consideradas como parte de un grupo específico de personas que se definía por el tipo de relaciones sexuales. Debido a que las mujeres han sido una minoría política en las culturas occidentales, la designación adicional como homosexuales produjo el desarrollo de una identidadadicional como homosexuales produjo el desarrollo de una identidad subcultural entre las lesbianas.13Construcción de la identidad lésbica Para algunas mujeres, darse cuenta de que participaban en comportamientos o relaciones que podían clasificarse como «lésbicas» provocó que las rechazaran u ocultaran, como la catedrática Jeannette Marks en el Mount Holyoke College, que vivió con la directora del College, Mary Woolley durante 36 años. Marks desaconsejaba a las mujeres jóvenes tener «amistades» anormales e insistía que la felicidad solo podía ser alcanzada con un varón.13nota 3 Otras mujeres, sin embargo, aceptaron la distinción y emplearon su singularidad para distinguirse de las mujeres heterosexuales y los varones gais.14Portada de la revista alemana con el título Die Freundin mostrando a dos mujeres vestidas con la moda de la época, con vestidos de talle bajo Edición de la revista lésbica alemana Die Freundin («La novia / amiga»), 1928. Berlín tenía una vibrante cultura homosexual en la década de 1920, existiendo incluso un himno, Das lila Lied, que las lesbianas también percibían como propio. Había unos cincuenta clubs y bares -- source link