Una mujer debe mirar a un Hombre como a un Dios. No es lugar de una mujer cuestionar las acciones, l
Una mujer debe mirar a un Hombre como a un Dios. No es lugar de una mujer cuestionar las acciones, los deseos o las motivaciones de un Hombre. Es su deber obedecer y servir. Ella debe confiar en que su Hombre es un Dios justo y que cuando Él la castiga, le está dando lo que se merece. Ella siempre debe esforzarse por mejorar. Al saludar a un hombre, una mujer debe mostrar su deferencia poniéndose de rodillas.Primero debería besar Sus pies para reconocer su inferioridad y sumisión y luego debería besar Su entrepierna para mostrar su devoción a Su miembro sagrado, el símbolo de Su poder y virilidad. Es natural y bueno para una mujer adorar la polla de un hombre. No desear nada más que servirlo y complacerlo siempre. El solo pensamiento puede llevarla al éxtasis. Pero en su afán no debe olvidar su lugar de servirle con honor, respeto y devoción. Una mujer siempre debe estar agradecida por cualquier atención que un Hombre se digne prestarle y ella debe estar disponible para Él en todo momento. Amarlo, servirlo y obedecerlo, adorar a Su polla como el símbolo de Su divinidad y dominación, entregar su cuerpo a Su voluntad, esto es lo que tiene la clave del mayor honor y satisfacción que una mujer pueda alcanzar. -- source link