El sábado salí de mi casa un poco antes de las 8 am, caminé cuatro cuadras para
El sábado salí de mi casa un poco antes de las 8 am, caminé cuatro cuadras para tomar el camión para ir a la escuela, y cuando me bajé caminé otras tres cuadras para llegar finalmente a mi destino. En este corto periodo de tiempo (aproximadamente 40 minutos), cuatro hombres me acosaron chiflándome, diciéndome “adiós guapa” o sonando el cláxon de su coche. El acoso callejero es una realidad a la que nos enfrentamos las mujeres de manera diaria, el aguantarlo se hace tarde o temprano una costumbre. No es la zona, porque a mí me ha pasado tanto en la zona Oblatos como por la colonia Moderna; no es la ropa que yo vista, porque lo he experimentado usando falda, vestido, pantalón o short, inclusive en invierno cuando traigo tres o cuatro capas de ropa; no es la hora, porque me ha pasado temprano por la mañana, a media tarde o por la noche. Es, simplemente, la falta de educación de estos hombres imbéciles, que piensan en mi cuerpo como si fuera un objeto, sexualizándolo y ridiculizándolo con sus chiflidos y palabras obscenas. El acoso callejero es MACHISMO. -- source link
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